Cada experiencia dura aproximadamente dos horas, guiándote a un viaje profundo hacia la calma, la sanación y la conexión interior.

 

Primera fase – Relajación con cuencos (31 minutos):

Comenzamos suavemente con la vibración de cuencos tibetanos y de cuarzo. Sus sonidos te llevan de un estado de alerta mental (ondas beta) a un estado de serenidad y enfoque (ondas alfa), donde disminuye el estrés, aumenta la creatividad y la mente se abre para recibir las frecuencias más profundas.

 

Segunda fase – El poder del Gong (45 minutos):

El gong te conduce a un viaje transformador. Sus primeros minutos relajan el subconsciente y, poco a poco, sus vibraciones crecen en intensidad hasta elevar tu frecuencia vital. Este proceso fortalece el sistema nervioso, limpia el campo energético y expande el espíritu.

Cuando el gong alcanza su máxima resonancia, la mente entra en ondas theta: un estado de meditación profunda, introspección y apertura a recuerdos y emociones guardadas, donde florecen la creatividad y la claridad interior.

 

Tercera fase – Integración y meditación (11 minutos):

Tras el último toque del gong, el cuerpo y la mente descansan en una sensación de presencia total. Desde esa calma, nos sentamos en postura meditativa para sellar la experiencia. Gracias a las vibraciones recibidas, entrar en meditación se vuelve más fácil y natural.

 

Cerramos el espacio con una autobendición, llenando los vacíos liberados con nueva luz, paz y plenitud.